Salieron los bilbaínos a por la última plaza del pódium de esta Copa 2020 convencidos de que en este deporte, un partido, aunque te lo pongan a 9,30 de la mañana y parezca de consolación, requiere ser afrontado con el mismo espíritu que una fina. El respeto al propio deporte, a los rivales, al público y al escudo de su camiseta, es y lo fue, motivación suficiente. Con seriedad, sin nervios algunos, pero con ganas de reivindicarse, marcaron desde el primer momento el ritmo del encuentro dominando, también y por ello, el luminoso.

Con Asier liderando las acciones de ataque, bien acompañado por Mouriz, Turek, Manu y la última perla de la cantera bilbaína, Xabi Iragorri, consiguieron ir rompiendo el balance defensivo de los gallegos desde los primeros instantes del encuentro y, así,  cuando el contador del tiempo señalaba la primera interrupción ya iban por delante con un 25 a 16. Parecía como si las canastas que no quisieron entrar en los partidos del sábado, lo hicieran con facilidad ahora y de esta forma se alcanzaban los guarismos a los que está acostumbrado este equipo.

Esteban Núñez, decidió construir nuevos quintetos en la reanudación, pero no por ello se mermó la capacidad ofensiva del Bidaideak que con el pasar de los minutos agrandaba la brecha en el marcador. Al descanso se llegaba a un 43-30 que expresaba el dominio en la cancha de los bilbaínos. Los gallegos se sostenían en pista a costa de la inspiración anotadora de un Agustín Alejos que en los primeros 20 minutos ya llevaba 21 puntos en su haber, dos tercios de los de todo su equipo.

El internacional en la selección estatal siguió fino tras el descanso y gracias a su productividad atacante el equipo gallego seguía en pista sin rechazar opciones de pódium. En todo caso, a los bizkainos no le flaquearon durante estos diez minutos las fuerzas y así, aunque los de Bouzas, limaron en algo las distancias, no pudieron bajarlas de los dos dígitos. 11 puntos en contra parecían demasiados para sólo 10 minutos, sobre todo porque Bidaideak se mostraba en todo momento como equipo con hechuras.

Pero en el último de los tiempos, Alejos empezó a contar en el arte del anotar, con Lorenzo Envó que con 3 lanzamientos triples casi consecutivos, conseguía, a falta de 2 minutos para el final, que el marcador redujera distancias a sólo 2 puntos (77-79). Los bilbaínos, entonces, no cayeron en la guerra de nervios que les proponían los de Vigo y con dos canastas consecutivas de Txema Avendaño les enfriaron sus intenciones. El tiempo corría en favor de los de negro que supieron congelar, con calma, los últimos segundos del encuentro.

Por Bidaideak anotaron Turek, 19 puntos, Iragorri, 4, Mouriz, 7,  O´Neill, 4, Asier, 16, Txema, 14, Manu, 13 y Luis Jasso, 7.

Por el Iberconsa 38 de sus puntos fueron conseguidos por Alejos, 13 por Envó, 12 por Edwards, 10 por Sandoval y 2 cada uno Vilas y Cronau.

Con el bronce en su pecho, Bidaideak cierra su participación en la Copa enunciándose como parte del triunvirato dominador del baloncesto estatal. Aunque el cruce con Ilunion ya hacia intuir que sus posibilidades de volver a disputar la final no eran amplias, lo cierto es que la ferrea voluntad de seguir en la elite de este deporte se ha visto, recompensada, con una foto de pódium que servirá para anotar en su curriculum.