Se sabía que no iba a ser fácil llevarse un partido ante quien desde hace años se muestra como el mejor de los mejores del continente, pero el equipo bilbaino acudió a la cita del polideportivo vallecano con el convencimiento de que saliéndole bien todo lo que a lo largo de la temporada ha mostrado podía tener opciones.
Los manchegos conocen mejor que bien a los de Adrián Yáñez y sabían que tenían que frenar como fuera su juego de ataque, – durante toda la liga, más que eficiente- si quería jugar a las 12 del domingo la gran final. Y desde el primer momento pusieron en práctica una defensa presionante a lo largo de toda la cancha para evitar que las productivas manos de Hernandez, Papi y Asier pudieran convertir sus opciones de lanzamiento. Y en verdad lo consiguieron. En ningún momento los bilbaínos encontraron fluidez en su juego gracias a la presión manchega y así difícilmente pudieron asaltar la cesta rival. Prueba de ello fue el exiguo marcador alcanzado -52 puntos-, el mas exiguo de toda la temporada. Pero dicho esto también hay que comentar que el partido no les fue en absoluto cómodo a los manchegos. Durante los tres primeros parciales no pudieron nunca obtener diferencias sustanciales en el luminoso y en algunos instantes vieron como Asier y los suyos les pasaban por encima. Al último cuarto se llegaba con un menos cinco en contra de los bizkainos pero con la confianza intacta en dar la vuelta al marcador. Sin embargo, en los minutos postreros del encuentro éstos tuvieron que precipitarse en sus opciones ofensivas lo que conllevó el diferencial con el que se llegó al final del encuentro.
Por el AMIAB sobresalieron Fox, 20 puntos, Pratt, 15 y Onrubia, 10. En tanto que por los bilbaínos lo hicieron Hernandez, 19, Manu 13 y Asier 10.
Mañana a las 9,30 los de Yáñez se jugarán la ultima plaza del pódium ante el UCAM MURCIA.