Que la Liga estatal es la mas acreditada de todo el mundo, lo saben todos los aficionados al BSR sean de donde sean.

Que es la más competida de entre todos los deportes -adaptados o no- es una observación de este cronista que quiere hacer valer un torneo en el que, avanzada ya la temporada tiene a 5 equipos disputándolo a cara de perro. No creo que haya ninguna competición en el Estado que pueda presumir de ello y, desde luego, este dato la hace más que grande.

Que, cuando se disputa en el nivel que han ofrecido Bidaideak e Ilunion en la decimoséptima jornada del campeonato 21-22, es un espectáculo comparable en belleza, intensidad y emoción a cualquier Real Madrid-FC Barcelona, o a un  Nadal-Alcaraz , o al GP de Indonesia de Motociclismo o al de Qatar de automovilismo, es una apreciación poco subjetiva de quien esto escribe que estoy convencido podrá reafirmar cualquiera que lo disfrutara en directo en Txurdinaga, o por Telebilbao o por los 4 canales de youtube que lo retrasmitieron.

Este baloncesto es un regalo para cualquier amante del deporte y ojalá, algún día pueda ser degustado masivamente porque lo tiene todo para cautivar como lo hacen otras modalidades deportivas de más producción mediática.

Desde luego que el partido lo tenía todo para suscitar emociones fuertes. Se enfrentaban Ilunion, cuyo palmarés es adornado por 16 campeonatos de Liga, con quien es el poseedor del último de los mismos, el Bidaideak Bilbao. Dos equipos con similar trayectoria en la tabla y que en las ultimas temporadas han deparado grandiosos partidos, de forma tal que el calificativo de “clásico” no le viene en modo alguno ancho ya a sus contiendas.

Los dos acudían a la cita de Txurdinaga con ganas de agarrarse a la disputa del título y los dos lo hacían con bajas reseñables. El jugador referente de los madrileños, Terry Bywater, acudía con una fisura en uno de sus dedos y, aunque finalmente pudo viajar a Bilbao, era claro que no podía aportar lo que su equipo precisa de él.  Peor lo afrontaron los bilbaínos. Sin poner nombres propios, baste decir que de los 14 jugadores de su plantel para esta temporada, 6, por unos u otros motivos, se encontraban en K.O técnico.

Pero nada de esto pareció importar mucho cuando la pelota se puso en juego, porque ambos equipos sabían que la añoranza no es receta válida para dilucidar encuentros en la cumbre.  Adrián Yáñez tenía claro que debía afrontar el encuentro con lo puesto y colocó en cancha a sus five lions: David, Txema, Jasso, James y Manu. Vaquero por su parte pudo elegir más entre su elenco y se decidió por Stix, Amadou, Zarzuela, Warbunton y Lathan.

Los primeros minutos fueron muy imprecisos, con fallos consecutivos y alternos ante la canasta rival. Parecía como si los nervios se hubieran instalado en el parqué de Txurdinaga y ninguno de los dos contendientes quisieran cobrar ventaja de los de su rival. Se tardó mas de dos minutos y medio en abrir el marcador, y lo hizo quien sin duda fue protagonista principal del encuentro: David Mouriz. Luego glosaremos el enorme encuentro por él realizado y ahora dejémosle con el mérito de haber abierto el luminoso. Poco a poco se fueron diluyendo las notas de ansiedad con las que se inició el encuentro y aquél fue moviéndose al ritmo de la efectividad de ambos equipos. David “on fire” hacía avanzar el lado de los suyos, en tanto que Amadou hacia ver que conocía bien los aros de la que en su primera juventud fue su cancha de juego, y sostenía en equilibrio a su equipo. Pero dos acciones consecutivas del ya mentado alero en el ultimo minuto -con triple incluido sobre la bocina- llevaron al equipo bilbaíno al primer descanso de dos minutos, a situarse con 18 a 13 en su favor. 14 de ellos firmados por Mouriz.

En el segundo parcial los madrileños afilaron su juego interior y con Dani Díaz en cancha -otro ex del Bidaideak- fueron cerrando su pintura y, ofreciendo mejores opciones de ataque en la contraria. En el minuto 12 se pusieron por delante en el marcador, y salvo algún empate anecdótico, su dominio del mismo fue continuo, aunque no fuera jamás holgado. Al descanso llegaron con ventaja de 5 puntos: 36-41. El parcial de 18 a 28 declaraba por si mismo quien había tenido mejor ritmo durante estos 10 minutos.

Digirieron mejor los minutos de descanso los bilbaínos porque a la vuelta de vestuarios, entonaron su “esto es Txurdinaga y aquí quien viene lo hace a sufrir” y con un triple de Txema Avendaño empezaron a limar la diferencia. En dos minutos explosivos volvieron a cobrar ventaja con un 43 a 42. Luego, durante algunos momentos, se asistió a un intercambio de golpes, pero enseguida, con la mano de Txema como protagonista, el liderazgo del marcador lo fue para el equipo local. En el minuto 24, el de Santutxu lo llevaba a un 51 a 44. De nuevo un intercambio de aciertos serenaba la ventaja, pero un nuevo triple de David y dos puntos de un recuperado del Covid, Manu Lorenzo, la elevaba a +10 (58 a 48). No puedo mantener en los últimos momentos del parcial la ventaja de dos dígitos, pero su 27 a 16 en estos 10 minutos permitía a los bizkainos, con 63 a 57, iniciar el ultimo parcial con ventaja.

Pero el ultimo parcial se iniciaba con la peor de las noticias para los de Yáñez. Su pivot de referencia, Luis Jasso tenía que abandonar la cancha por 5 personales a los 20 segundos de su reanudación. Xabi Iragorri, un alero puro, tenía que asumir la responsabilidad de cubrir su espacio en la pintura. La quinta de Jasso fue celebrada unánimemente por los visitantes, a sabiendas de que su rol no lo podría cubrir el de Mungia por mucho que se empeñara.

Pero Bidaideak nació con genes de siderurgia bizkaina y cuando necesita de ser “all iron” le sale con naturalidad mostrarse en su versión más férrea. Seguro que las apuestas se torcieron en favor de los madrileños durante unos instantes, pero nada mas ponerse la pelota en juego se constató que los de Bilbao no iban a bajar los brazos. Alguna decisión más que polémica llevó a Ilunion a ponerse por delante del marcador pero, entonces la hinchada de Txurdinaga se hizo sentir trasladando un plus de energía a los suyos. Dos puntos de Mouriz llevó a poner a su equipo por delante con un 69 a 67 y con dos triples consecutivos más otra entrada suscritos por el mismo David, se elevó a 77-67, lo que a falta de menos de 3 minutos sentenciaba el partido. A Bidaideak sólo le quedaba gestionar bien los tiros libres que le ofrecían una y otra vez los madrileños y Txema Avendaño, Manu Lorenzo y James Macsorley, sobre esta línea, consolidaron la ventaja hasta el sonar de la bocina final.

Partido enorme el disfrutado en Txurdinaga, en el que el Bidaideak, diezmado en su plantilla pero no en su carácter, supo jugar mejor sus bazas que los madrileños que, en momento alguno, se sintieron cómodos en su parqué y no pudieron desplegar el gran juego que atesoran. El equipo bilbaino tuvo en David Mouriz su referencia absoluta. Capaz de poner en juego el balón como pocos, construir el juego de todo su equipo, permearle su carácter, dotar de asistencias a sus pivots, imponer al partido el ritmo que precisa, y, además, machacar el aro rival a golpe de triples, entradas o lanzamientos de dos, David se ha convertido, en ausencia de Asier García, en el faro de todo su equipo que encuentra en él la referencia que cada momento precisa. Contra Ilunion no sólo marcó 35 puntos -15 de ellos en triples- sino que alimentó en todo momento a sus cinco compañeros que se catapultaron por él y con él, firmando en conjunto un grandioso partido. Txema Avendaño, 19 puntos y 6 rebotes, brilló también a gran altura, reivindicándose una vez más como uno de los mejores jugadores de la Liga. Manu Lorenzo, 12 puntos, hizo más que difícil el transitar de los hombres de altura de los que disponía Ilunion por su pintura y cuando se tuvo que retirar Jasso, fue un titán en la misma. James Macsorley, el punto bajo del equipo durante los 40 minutos, cumplió a la perfección sus labores de jugador para todo, cerrando con eficacia la defensa y abriendo permanentemente opciones de penetración en el área rival. Sumó 6 puntos trascendentes. Luis Jasso, volvió a cumplir su rol de pivot total durante los 30 minutos que estuvo en juego. 11 puntos y 11 rebotes fueron sus estadísticas que no resumen ni su poder de intimidación, ni su capacidad para atraer jugadores rivales en sus acciones de ataque. Por último, Xabier Iragorri, supo cumplir con su cometido durante los casi 10 minutos que permaneció en cancha y sumó 2 puntos a los conseguidos por su equipo. Todos ellos, además, mostraron una capacidad de sacrificio digno de encomio a lo largo de todo el encuentro.

La anotación final de Ilunion se debe a que Warburton sumó 23 puntos, Amadou 21 puntos, Zarzuela, 13, Latham, 7, Dani Diaz, 5, Stix 4 y Bywater, 2.  Su mejor reboteador lo fue el australiano Latham, con 9 y su mejor asistente, Amadou con 4.

Con esta victoria, Bidaideak compacta todavía mas la tabla clasificatoria que encabeza Amiab Albacete con 15 victorias, seguido de Mideba Extremadura y ACE Gran Canarias con 13 y Bidaideak e Ilunion con 12. A estos cuatro últimos les falta un encuentro por disputar.