BIDAIDEAK BILBAO 68

CAJA VITAL ZUZENAK 30

Segunda cita de pretemporada que se salda con una fácil victoria, esta vez ante los vecinos del Zuzenak, que apenas pudieron sostener el marcador unos minutos.

Esteban Nuñez había convocado para el partido sólo a los jugadores locales y éstos se bastaron para demostrar que, hoy por hoy, en el baloncesto en silla de ruedas, la hegemonía vasca es para el cuadro bizkaino. Los alaveses viajaron a Txurdinaga con un plantel animoso y joven, pero en ningún momento dieron la impresión de poder poner en aprieto a los locales aunque, ciertamente, a algunas perlas de su cantera se les atisba maneras de buenos jugadores de futuro.

Como futuro tienen los más jóvenes del Bidaideak, Manu, Xabi,  Alex  y Patxi, que tuvieron muchos momentos de protagonismo en la cancha, donde demostraron su progresión constante. Especialmente lúcido ante el aro rival estuvo el primero de ellos, quien consiguió 23 de los 68 puntos de los locales.

La combinación en el juego de éstos con los veteranos del equipo – Txema Avendaño, Asier García, David Mouriz y José Centeno- hizo que desde el primer minuto se apreciara quién mandaría en las diversas facetas del juego. El dominio absoluto en los rebotes, ofensivos y defensivos, se dejó entrever desde el salto inicial y fue factor clave en el desarrollo del partido, pero también lo fueron la capacidad de presionar y el acierto en los lanzamientos de los bilbainos.

Además de Manu, sobresalieron en el tanteador Txema Avendaño (18 puntos) y, el siempre joven, José Centeno con 8.

El nuevo entrenador del Bidaideak – también canterano pues lleva 5 años trabajando en diversos entornos del Club -, quiso que la rotación de jugadores fuera constante y ensayó nuevos sistemas y esquemas de juego que estamos convencidos servirán para que la hinchada del equipo vuelva a divertirse en Txurdinaga.

Reseñar que el derby fue disputado en un clima de gran cordialidad entre ambos equipos lo que ilustra la foto que acompaña esta reseña. Sin duda, el BSR vasco tiene un gran presente, pero sobre todo una proyección de futuro que envidian ya en cualquier punto del Estado.